Es natural pensar que la causa de sus problemas en el golf es una falla en su swing. Pero a veces los malos tiros son el resultado de una disfunción física que provoca una mala mecánica del swing.
¿Alguno de estos describe el estado de tu juego?
- Mal contacto con la pelota, incluso cuando intentas conscientemente golpearla con fuerza.
- Luchar por mover el palo a través de la zona de impacto sin enderezarse
- Rutinariamente disparas a la izquierda de tu objetivo o los cortas a la derecha, o ambas cosas.
En caso afirmativo, párese de espaldas a la pared y realice estas tres pruebas de detección física para ver si le falta la función muscular necesaria para realizar buenos tiros.
PRUEBA NO. 1
Párese con la parte superior del cuerpo contra una pared y los pies en un ángulo de aproximadamente 12 pulgadas desde ella. Meta la pelvis. Extiende un brazo de modo que quede perpendicular a la pared y levántalo por encima de tu cabeza sin doblarlo. El objetivo es tocar la pared manteniendo los demás puntos de contacto del cuerpo. Repita la prueba con el otro brazo.
SI FALLÓ: El músculo de forma triangular invertida de la parte superior de la espalda, conocido como dorsal ancho o “lat”, está demasiado tenso. Esto hace que su swing sea corto y estrecho, lo que resulta en golpes y/o cortes finos y gruesos. Para mejorar la movilidad, acuéstese de lado, reclinándose ligeramente hacia atrás sobre un rodillo de espuma. Ruede desde las caderas hasta las axilas durante tres minutos algunas veces a la semana. Además, estire los músculos de la parte superior de la espalda antes de jugar.
PRUEBA NO. 2
Párese contra la pared tal como lo hizo en la Prueba No. 1 y extienda ambos brazos al mismo tiempo, juntando las palmas. Levanta ambos brazos por encima de tu cabeza. El objetivo es tocar la pared con los dos pulgares sin arquear la zona lumbar ni perder ninguno de los puntos de contacto creados al comenzar la prueba.
SI FALLÓ: Los músculos que rodean la columna torácica (parte media de la espalda) no funcionan correctamente. Esto provoca una pérdida de postura y limita su capacidad de rotar cuando hace el swing. Acuéstese sobre un rodillo de espuma y muévalo hacia arriba y hacia abajo por la espalda. Detente en el medio y deja que tus hombros se hundan suavemente hacia el suelo mientras mantienes el trasero en el suelo. Además, fortalezca sus músculos oblicuos con ejercicios como planchas laterales y rotaciones del torso sentado.
PRUEBA NO. 3
Párate con la mayor parte de tu cuerpo (desde los talones hasta la cabeza) contra la pared. Doble un brazo 90 grados y coloque la parte superior del brazo contra la pared a la altura de los hombros. Ahora levante la parte inferior del brazo, manteniendo el ángulo de 90 grados. Su objetivo es tocar la pared con el dorso de la mano evitando que la parte inferior de la espalda se arquee o presione contra la pared.
SI FALLÓ: La movilidad del hombro es un problema para usted y esto puede causar que realice tiros gruesos o delgados o que su camino hacia la pelota sea notablemente de afuera hacia adentro (cortes/tirones). Trabajo de estiramiento de los músculos pectorales (pecho) y ejercicios que mejoren la rotación externa de la articulación del hombro. Incluso repetir esta prueba puede mejorar la movilidad.
Fuente: https://www.golfdigest.com/story/fitness-friday-check-your-golf-mobility-with-3-easy-tests
